Un jardín romántico que aborda los retos actuales. En 2019, tras un concurso de diseño, la Fundación A.P. Møller encargó al estudio de arquitectura danés Cobe el diseño de un nuevo parque en una antigua isla industrial del puerto interior de Copenhague. Situado junto a la Ópera Real Danesa, el lugar había sido un modesto prado verde desde la finalización de la Ópera hace casi 20 años. Hoy, totalmente transformada, la isla, que de otro modo sería un lugar privilegiado para construir nuevas viviendas, alberga ahora un paisaje diverso y natural. Bautizado con el nombre de Parque de la Ópera, este nuevo parque público frente al puerto crea un contrapunto verde al puerto interior de Copenhague, que de otro modo estaría densamente edificado.
El parque, del tamaño de tres campos de fútbol, consta de seis jardines de diversas partes del mundo: Bosque Norteamericano, Bosque Danés de Robles, Bosque Nórdico, Jardín Oriental, Jardín Inglés y Jardín Subtropical, albergados en un invernadero y un atrio en su centro. Los diversos jardines guardan sorpresas como una fuente, un estanque de nenúfares y un estanque reflectante donde las gotas de agua de un mástil golpean suavemente la superficie del agua con un ritmo relajante. Caminos serpenteantes y parterres de formas orgánicas entretejen los elementos del parque.
Un oasis abierto todo el año, escenario de todo tipo de vida. Diseñado para ser una atracción pública durante todo el año, el parque cuenta con nada menos que 628 árboles, 80.000 plantas herbáceas perennes y arbustos, y 40.000 bulbos, procedentes de todo el mundo. En total, 223 especies exóticas y locales únicas que ofrecen a los visitantes un telón de fondo vibrante y cambiante. El aspecto, olor, color y densidad de la vegetación varían con las estaciones. La primavera florece en una rica paleta de colores, el verano trae varios tonos de verde, el otoño exhibe tonos rojos y amarillos, y el invierno está dominado por pinos de hoja perenne y estanques congelados. La gran variedad de especies vegetales y la diversidad de tamaños proporcionan un entorno rico para que aves e insectos encuentren alimento y refugio.
Un invernadero en el centro. Además de los jardines, el parque cuenta con un invernadero central con cafetería, que da acceso al estacionamiento bajo la superficie del parque. El invernadero está diseñado como una estructura de cristal de forma orgánica con un tejado flotante, pensado para sorprender y deleitar a los visitantes mientras navegan por el exuberante paisaje. El invernadero y la cafetería garantizarán que el Parque de la Ópera siga siendo un destino animado durante todo el año, incluso en invierno, cuando muchos parques de Copenhague están desolados. En el interior, el invernadero desciende hasta los niveles de estacionamiento, que pueden albergar hasta 300 vehículos, mientras que su biotopo subtropical también desciende para entrelazar verticalmente el parque con los niveles subterráneos.
Una conexión cubierta con la Ópera. El parque también cuenta con una conexión cubierta con la Ópera Real Danesa adyacente a través de una pasarela cubierta sobre un puente ajardinado, que permite una conexión protegida de la intemperie entre el estacionamiento y la Ópera. Haciéndose eco de la arquitectura del invernadero, el cristal curvado y el techo flotante de la pasarela evocan el diseño paisajístico en su serpenteante recorrido. Como uno de los tres puentes a la isla, la conexión está diseñada como un trozo de naturaleza que cruza el canal del puerto, integrando plenamente paisaje y arquitectura en uno.
Aprovechar la lluvia y el sol. El agua de lluvia se considera un valioso recurso para el parque, que se canaliza desde el tejado de la Ópera Real Danesa hasta depósitos subterráneos utilizados para el riego de invernaderos. Los caminos están diseñados con una superficie de grava permeable, y el exceso de agua de lluvia se recoge en lechos pluviales para su infiltración y evaporación. Los tejados verdes del puente ajardinado y del invernadero captan y retrasan la salida del agua de lluvia al lugar, al tiempo que sirven de fuente de alimento para la fauna del parque. Los paneles solares del tejado de la Ópera suministran energía al estacionamiento subterráneo, el parque y el invernadero. Los materiales elegidos para el parque son robustos y totalmente reciclables, mientras que la abundancia de árboles y plantaciones protegen de los fuertes vientos procedentes del puerto y del mar, reduciendo las turbulencias y aumentando el nivel de confort de los usuarios del parque. Además, el terreno elevado protege a la isla de las inundaciones en caso de fuertes lluvias y subidas significativas del nivel del agua del puerto.
